CIUDAD DEL VATICANO, 25 Mayo 2010 (AFP) - Un "centenar" de procesos canónicos contra curas acusados de pedofilia han sido abiertos en Italia en los últimos diez años, informó este martes el secretario general de la Conferencia Episcopal italiana, monseñor Mariano Crociata.
"Un sólo caso es ya demasiado", declaró Crociata, quien considera que Italia no necesita crear una comisión especial para hacer frente a denuncias por pedofilia de sus sacerdotes debido al número limitado de casos.
Las declaraciones del religioso fueron realizadas al margen de la asamblea general de obispos italianos celebrada en Roma.
Para Crociata, "las recomendaciones del Papa a los católicos irlandeses", divulgadas el pasado 20 de marzo y las orientaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe contienen los elementos para enfrentar el fenómeno.
En la carta a los católicos de Irlanda, donde estallaron a inicios del año los escándalos, el Papa manifestó la "vergüenza" y los "remordimientos" de toda la Iglesia por la pedofilia de algunos curas y anuncia que los sacerdotes culpables de abusos sexuales responderán "ante Dios" y ante la justicia ordinaria.
Los escándalos salpicaron inclusive al Papa por lo que la jerarquía de la Iglesia italiana organizó la semana pasada manifestaciones de apoyo y solidaridad y elogió la actitud del pontífice "que no teme la verdad" y quiere "hacer limpieza".
Según el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, la Iglesia italiana "hará todo lo posible para ganar de nuevo la confianza de los fieles".
"No ahorraremos esfuerzos, verificaremos, tomaremos medidas, no seremos negligentes ante ningún señal", aseguró el purpurado, quien volvió a pedir "perdón" a las víctimas por haber padecido lo que calificó de "pecado grave y crimen odioso".
Si bien los casos en Italia resultan menos numerosos con respecto a los denunciados en otros países --entre ellos Irlanda, Alemania y Estados Unidos--, el escándalo ha afectado la credibilidad de la Iglesia, por haberlos encubierto por décadas.
Hace cinco días por primera vez un obispo compareció ante los tribunales ordinarios para justificar su conducta negligente tras las denuncias de pedofilia hechas por dos jóvenes contra un sacerdote que dirigió por diez años la parroquia de Selva Candida, en las afueras de Roma, hasta su detención en junio del 2008.
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