Por Marie-Louise Gumuchian
DUBLIN, mayo 18 (Reuters) - El líder de la Iglesia Católica en Irlanda aseguró que se quedará en su puesto a pesar de las peticiones para que dimita después de encubrir los casos de abusos sexuales ocurridos hace décadas.
La Iglesia en Irlanda, un país predominantemente católico, se ha visto sacudida en el último año por dos informaciones sobre abusos sexuales contra menores que se remiten a décadas atrás y por la complicidad de los líderes eclesiásticos para encubrirlas.
El cardenal Sean Brady había dicho previamente que estaba avergonzado por los sucesos ocurridos en los '70, cuando estuvo en reuniones en las que niños tuvieron que hacer juramentos de silencio por las denuncias de abusos contra el sacerdote Brendan Smyth, que después fue condenado y murió en prisión.
Pero en un comunicado el cardenal de 70 años dejó claro que seguiría en su puesto.
"En los años que me quedan como arzobispo de Armagh, estoy totalmente comprometido con la continuación de los progresos considerables hechos en la protección de los niños en los últimos años", dijo.
"Estoy totalmente comprometido con el camino que debemos tomar como Iglesia hacia la verdad que nos hará libres", agregó.
En el comunicado, hecho después de darse a conocer nuevos detalles de abusos por un organismo de protección de los niños fundado por la Iglesia, Brady también dijo que le había pedido al Papa Benedicto XVI "apoyo adicional para mi trabajo, a nivel episcopal".
Agregó que su diócesis designaría un director de protección a los niños de tiempo completo para que se encargue de futuras sospechas y denuncias de abusos e informe directamente a las autoridades civiles.
Brady, quien destacó que se había reunido con víctimas de abusos, dijo que había pedido para su propia diócesis una inspección del Vaticano sobre los procedimientos de protección a los niños.
El Papa difundió en marzo una carta de disculpa a los católicos irlandeses, expresando sus remordimientos y su pena por los abusos infligidos a los niños por parte de sacerdotes irlandeses y hermanos religiosos.
Pero las víctimas de abusos dijeron que estaban profundamente decepcionados con la carta, ya que no tocaba el papel de los altos funcionarios de la Iglesia en el escándalo.
Cientos de casos de abusos sexuales y físicos a jóvenes en las últimas décadas por parte de sacerdotes salieron a la luz en Europa y Estados Unidos y animaron a las víctimas, que guardaron silencio durante mucho tiempo a hacer públicas sus denuncias.
El lunes, un organismo eclesiástico de Irlanda informó que se habían efectuado casi 200 nuevas denuncias de abusos pasados entre abril del 2009 y marzo de este año.
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