CIUDAD DEL VATICANO, abr 15 (Reuters) - El Papa Benedicto XVI dijo el jueves que el escándalo de abusos sexuales que sacude el catolicismo muestra que la Iglesia necesita hacer penitencia por sus pecados, en una inusual referencia pública del Pontífice a la pedofilia entre los sacerdotes.
"Ahora, bajo el ataque del mundo que nos habla de nuestros pecados, podemos ver que ser capaz de hacer penitencia es un privilegio y vemos lo necesario que es hacer penitencia y reconocer así lo que está mal en nuestras vidas", dijo en una misa en el Vaticano.
Esto implica "abrirse al perdón, prepararse para el perdón, dejarse transformar", agregó el Papa, cuya última referencia pública al escándalo fue su carta el pueblo irlandés, difundida el 20 de marzo.
Sus palabras sobre la penitencia contrastan con el reciente énfasis de destacados religiosos, que han salido en defensa de la Iglesia y el Papa frente a lo que califican de campaña orquestada por medios de comunicación hostiles.
El sacerdote personal del Papa llegó a comparar el escándalo con el antisemitismo, lo que generó agrias críticas de algunos judíos y de víctimas de abusos por parte de sacerdotes.
El Papa también se defendió de las críticas de la Iglesia, considerándolas la esclavitud de una "dictadura" conformista.
"El conformismo que hace obligatorio pensar y actuar como todos los demás, y la sutil -o no tan sutil- agresión a la Iglesia demuestra cómo este inconformismo puede ser realmente una verdadera dictadura", dijo el Papa.
LA IGLESIA NIEGA ENCUBRIMIENTOS
Las acusaciones de que la Iglesia gestionó mal, e incluso encubrió, los abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes en Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Italia y otras países, han llegado hasta el propio Benedicto XVI, especialmente porque en su
cargo anterior estaba a cargo de la disciplina sacerdotal.
El Vaticano ha negado que encubriera los abusos de 200 niños estadounidenses sordos por parte del reverendo Lawrence Murphy entre 1950 y 1974.
The New York Times informó que el Vaticano y el cardenal Joseph Ratzinger, actualmente Benedicto XVI, fueron alertados de la conducta de Murphy pero éste no fue apartado de su cargo.
El Vaticano ha dicho también que el Pontífice, cuando era arzobispo de Múnich, no estaba al tanto de que un sacerdote alemán que fue sometido a terapia tras abusos sexuales infantiles posteriormente pudo volver a ejercer su ministerio. El cura
volvió a cometer abusos de niños.
Con nuevos casos surgiendo casi a diario, la Iglesia ha dicho que la culpabilidad de individuos, aunque sea atroz, no puede trasladarse al Papa o a toda la Iglesia.
El Papa, de 82 años, no hizo referencia a las acusaciones en la última Semana Santa e incluso sus últimas palabras se refieren sólo a "pecados" no específicos de la Iglesia, sin referirse al escándalo de abusos directamente.
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