Berlín, 26 abr (EFE).- La Conferencia Episcopal Alemana se comprometió hoy a revisar y endurecer las normas internas contra la pederastia, ante la pérdida de confianza y deserciones de los fieles debido a los escándalos de abusos sexuales.
"Percibimos una pérdida de confianza en la Iglesia, aspiramos a recuperarla y a ello nos dedicaremos en las próximas semanas", informaron fuentes de la Conferencia, en un comunicado emitido al término de la reunión celebrada hoy en Würzburg (Baviera), con asistencia de representantes de las 27 diócesis del país.
La reunión, convocada bajo el impacto de los escándalos de pederastia y malos tratos físicos que afecta a todos los obispados de Alemania, se cerró con el compromiso de reforzar las normas internas -aprobadas en 2002- contra la pederastia.
De acuerdo con el calendario marcado, las nuevas normas deberán presentarse el próximo verano, para lo que se realizarán diversas reuniones de trabajo con expertos externos.
"La Iglesia no es un espacio jurídico ajeno al derecho estatal", destacó el obispo de Tréveris, Stephan Ackermann, designado en marzo encargado especial para coordinar la lucha contra la pederastia y el auxilio a sus víctimas.
Entre otras acciones, Ackermann impulsó la creación de una línea abierta para atender las consultas de las víctimas o sus familiares, que desde que entró en funcionamiento, a principios de abril, ha recibido 17.000 llamadas.
El escándalo de abusos sexuales y de malos tratos físicos a menores ha motivado a numerosos fieles a darse de baja en la tributación del impuesto religioso, que en Alemania es voluntario.
El número de bajas es especialmente dramático en Baviera, el más católico y tradicionalista de los estados alemanes, además de región natal del Papa Joseph Ratzinger.
Según medios alemanes, en el obispado bávaro de Bamberg se pasó de 200 o 300 bajas de fieles al mes a mil 400 en marzo, mientras que en Würzburg el computo de abandonos se disparó de 400 a más de mil 200.
El Gobierno alemán ha creado, por su parte, una mesa de trabajo para abordar la cuestión en la que están implicadas tres ministras -de la Familia, Kristina Schröder, de Justicia, Sabine Leutheusser-Scharrenberger, y de Educación, Annette Schavan- así como la ex ministra Christine Bergmann (titular de la Familia en el gobierno de Gerhard Schröder y ahora encargada especial del gobierno para ese cometido).
El grupo de trabajo está formado por 61 miembros, representantes de las Iglesias Católica y Evangélica, médicos, docentes y juristas, con el objetivo de elaborar una serie de medidas preventivas y también ayudas concretas a las víctimas antes de fin de año. EFE
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=359959
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