ASUNCION _ La iglesia católica paraguaya informó el jueves que tres sacerdotes fueron suspendidos por probadas ``prácticas homosexuales'' aunque precisó que no ha habido denuncias de pedofilia.
El comunicado se difundió en momentos en que el ex párroco es investigado por una fiscalía por presunto abuso en contra de un adolescente.
Monseñor Rogelio Livieres, obispo de la diócesis Alto Paraná con sede en Ciudad del Este, a 320 kilómetros de Asunción, en un comunicado admitió que ``en esta diócesis (de Alto Paraná), surgieron casos de prácticas homosexuales que estuvieron acompañados por elementos probatorios''.
``No dudamos en retirarle las licencias a tres sacerdotes, responsables de tales actos''. Indicó que no puede informar de la identidad de los sancionados debido al secreto eclesial.
Livieres, de nacionalidad argentina, y que proviene de la congregación Opus Dei, aclaró que en su jurisdicción eclesiástica no hubo denuncias de pedofilia.
El comunicado se difundió en momentos en que la fiscal Juliana Giménez, del Alto Paraná, resolvió investigar al sacerdote Mario Sotelo, ex párroco del pueblo Juan León Mallorquín, tras recibir una denuncia de presunto abuso cometido en 2008 en contra del feligrés Alcides Guzmán quien entonces tenía 16 años de edad.
``Estoy reuniendo datos para evaluar si existen méritos para acusar al padre Sotelo'', indicó la agente del ministerio Público, especificando que Guzmán afirmó que fue obligado por el ex párroco a mantener relaciones sexuales.
En tanto, en una reunión de prensa realizada el miércoles por monseñor Livieres, argumentó que ``con relación a los tres sacerdotes suspendidos, debido al escándalo fueron inhabilitados pese a que la homosexualidad no es delito''.
``Pero sobre la denuncia contra el padre Sotelo resolví archivarla porque cuando puse frente a frente al sacerdote y el denunciante para aclarar o ratificar la situación, no hubo elementos convincentes para sostener la acusación'', acotó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario