Por Kelly Velásquez
CIUDAD DEL VATICANO, 14 Abr 2010 (AFP) - Las aclaraciones del Vaticano a las controvertidas declaraciones de su número dos, el cardenal Tarcisio Bertone, que vinculó homosexualidad con pedofilia, pusieron de manifiesto el miércoles el clima de tensión y "confusión" en la Santa Sede, azotada por los escándalos.
El vocero del Papa, Federico Lombardi, intentó frenar la nueva ola de críticas y "aclarar" las afirmaciones de uno de los más altos representantes de la jerarquía de la Iglesia católica.
Según el Vaticano, el cardenal Bertone se basó en un estudio interno para vincular la pedofilia entre los sacerdotes con la homosexualidad y descartar que se trate de una repercusión del celibato impuesto a los curas por el culto católico romano.
"Las autoridades eclesiásticas consideran que no son competentes sobre temas de carácter médico y psicológico" y por ese motivo "citan los estudios especializados y las investigaciones en curso sobre el tema", sustuvo Lombardi en un comunicado.
El cardenal Bertone afirmó el lunes en Chile que "muchos psicólogos, muchos psiquiatras, han demostrado que no hay relación entre celibato y pedofilia, pero muchos otros han demostrado, y me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pedofilia. Esto es verdad, este es el problema", aseguró.
Sus declaraciones levantaron enérgicas protestas y se producen en medio de una ola de escándalos que sacude a la Iglesia por encubrir durante décadas las denuncias contra curas pedófilos en Europa y Estados Unidos.
Entre las reacciones más fuertes contra las palabras de Bertone figura la de Francia, país que condenó el miércoles la "amalgama inaceptable" entre pedofilia y homosexualidad a través de un vocero de la cancillería.
Según el estudio interno citado por Lombardi y realizado por monseñor Charles J. Scicluna, fiscal del tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 10% de los casos registrados en el seno de la Iglesia son de pedofilia estrictamente y 90% de efebofilia (es decir de atracción física por adolescentes), de los cuales 30% de carácter heterosexual.
Al intentar relativizar el fenómeno de la pedofilia o pederastía y entrelazarla con la homosexualidad, la Iglesia terminó por suscitar la indignación de numerosos grupos de homosexuales de Italia, Portugal, Bélgica, Estados Unidos y varios países de América Latina.
"Estigmatizar a la comunidad homosexual con argumentos injustificados no aportará serenidad a Roma", advirtieron los homosexuales católicos portugueses.
"Reina en este momento una gran confusión en la Iglesia, señal de fuerte debilidad", escribió Francesco Merlo en un editorial publicado en primera página por el diario italiano La Repubblica.
"Todos sabemos, tanto Bertone como el clero de Roma, que la pedofilia es un delito, un feroz abuso y que la homosexualidad --por decisión propia o impuesta por la naturaleza- es tan legítima como la heterosexualidad", escribió Merlo.
"Están acorralados ante los escándalos", comentó por su parte a la AFP el vaticanista Bruno Bartoloni, quien conoció a seis pontífices.
"Digamos la verdad: no estamos acostumbrados a una Iglesia sin rumbo, perdida frente a los esqueletos en el armario", zanjó Merlo.
A las polémicas de los últimos meses por la manera con la que ha manejado las denuncias de pedofilia, se une la controversia con los judíos por comparar los ataques actuales al pontificado con el antisemitismo.
Ante ese panorama, muchos vaticanistas estiman que le llegó la hora al Papa de convocar a los cardenales de todo el mundo para debatir el problema y definir una línea de conducta común y clara.
"Sería un gesto importante para los católicos de todo el mundo", sostiene Bartoloni.
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